Tuve el inmenso placer de conocer a Alonso hace más de 3 años en una de las múltiples salidas por Riotinto. En compañía de otros buenos amigos sevillanos han sido ya muchas ocasiones en las que hemos fotografiado juntos y hoy en día me une una estrecha relación con él.
Fotógrafos que trabajan el paisaje se pueden contar por miles y no voy a decir que Alonso sea ni el mejor, ni el peor, pero lo que sí tengo el gusto de decir es que a mí me ha servido de inspiración en múltiples ocasiones y con eso digo todo.
Hoy en día es embajador de SONY UK, ha sido fotógrafo de referencia para Cokin y ha viajado en múltiples ocasiones a Europa para dar conferencias sobre productos Sony y su estilo fotográfico.
Actualmente trabaja con una Sony A-900 y se declara admirador de las ópticas Carl-Zeiss, equipo con el que recorre hasta el último milímetro de las costas andaluzas y portuguesas principalmente.
Actualmente reside en Sevilla y toda la evolución sufrida por él durante los 5 años que lleva fotografiando paisajes puede verse en las siguientes imágenes nocturnas al igual que en su web cuyo enlace descubriéis más abajo.
ALONSO DÍAZ
«La mayor satisfacción más importante en este tipo de tomas no es sacar algo impactante, sino obtener el resultado que pretendes»
La fotografía, fundamentalmente, tiene dos puntos de vista, uno meramente informativo, en el que términos como la composición pierden importancia, y otro más profundo, más artístico. Personalmente, es éste último el que me interesa, un enfoque en el que la creatividad y el arte tienen cabida, siempre sin perder de vista la disciplina, es decir, sin montajes, ni cambios de la realidad mediante procesado. No es que me merezca menos respeto, pero creo que es algo más relacionado con el diseño que con la fotografía.
Esta introducción cobra todo el sentido con la fotografía nocturna. Lo que más me atrae de ella es el rango creativo que permite, pues el manejo de tan poca luz ofrece muchísimas posibilidades manejando iluminación artificial o simplemente con el tiempo de exposición.
Mi trabajo en esta materia está realizado en una gran mayoría con luz de luna y muy vinculado al paisaje. En este sentido, una de los principales aspectos y más importantes a la hora de poner en práctica la parte creativa que ofrece la noche, es pensar y tener en la mente el resultado antes de comenzar a hacer la fotografía, lo que implica un estudio previo del movimiento de los elementos de la foto (nubes, agua, estrellas) que hará muy diferente el resultado.
La satisfacción más importante en este tipo de tomas no es sacar algo impactante, sino obtener el resultado que pretendes
¿Sólo la fotografía sin procesar electrónicamente puede aspirar a ser tomada como arte?
Para mí no es fácil definir cuáles son los límites al procesado electrónico que considero razonables para seguir calificando una fotografía como fotografía, y no como diseño gráfico. No obstante, que el mero hecho de procesar con un programa de retoque fotográfico una fotografía para hacerla más clara, o más colorida, o más impactante, creo que es un exceso de purismo. Que no tiene una base razonable, además. Eliminar unas colillas de cigarrillos del suelo, saturar más un azul, reducir algo el ruido, son técnicas al alcance de los aficionados más principiantes. Por el contrario, poner un elefante en medio de una procesión de semana santa, vestido de flamenca… en esto sí estaría de acuerdo en que estamos ante un diseño gráfico.
Cuando uno de los fotógrafos, de los consagrados, toma una fotografía abriendo el obturador a 7 u 8 minutos, inmovilizando para ello su cámara con un buen trípode, e incluso interponiendo un filtro entre la realidad que fotografía y el sensor de su máquina, también está alterando profundamente la realidad. No está procesando pixels, pero está tecnificando la realidad natural que fotografía, manipulándola. Los resultados de esas maravillosas fotografías que aquí se exponen —auténticas joyas artísticas que ya quisiera yo algún día ser capaz de hacer— distan mucho de lo que el ojo humano es capaz de percibir. Y sin embargo, son fotografías preciosas, arte en estado electrónico.
Vaya, que no seamos tan maximalistas cuando casi todos aspiramos a tener cámaras con sensor full frame, que fotografíe sin estornudar a cientos de miles de ISO.