Tras las miradas en blanco y negro y en color de la «big city» cambiamos ahora el escenario por uno de naturaleza.
Nos subimos a nuestro coche de alquiler (automático por supuesto por esos lares) y recorremos unas 250 millas hacia el sur para visitar Santa Cruz de California, Monterey y Carmel by the Sea.
Esta última etapa de dos viajes la teníamos reservada a una vieja ilusión, un viaje en coche por la mítica Route 1 entre San Francisco y Los Ángeles por la orilla del mar. La sensación de conducir por esta carretera es muy difícil de describir, con esa costa de acantilados y desérticas playas de arena blanca, donde acaba el continente americano. En ella te cruzas con moteros de Harleys, surferos, turistas y todo tipo de personas que van, digamos, «de buen rollo».
Aprovechamos que la luz no es muy contrastada para hacer larga exposición diurna. Con ayuda de un filtro de 9 pasos y el porta de Lucroit las exposiciones son de hasta 1 minuto a plena luz del día. Por cierto, que nadie dijo que fuera fácil… 😉
Conforme van pasando los kilómetros vamos descubriendo sitios nuevos. Muchas veces hay que frenar bruscamente o hacer un cambio de sentido un poco feo, pero si no, no hay forma de fotografiar todo lo que vamos viendo.
Visitamos la famosa Ruta de las 17 millas en la península del Carmel. Una carretera que recorre esta distancia donde solo algunos multimillonarios viven en lujosas y ostentosas casas. No eran ellas de nuestro interés, aunque llamaban bastante la atención, sino documentar el parque natural en el que se encuentran. Calas con focas, colonias de pelícanos y ciervos en las puertas de sus casas….
Todo esto se encuentra en un recinto privado donde has de pagar 10$ por pasar. El problema no es la cantidad sino que a las 21h tienes que estar fuera. De lo contrario, ya estará el Chériff buscándote para que lo abandones rápidamente…. Una pena, porque había mil y un sitios chulos para noctambulear…
A última hora de nuestra jornada, cuando ya habíamos agotado las posibilidades de la zona y se puso a llover bajo un cielo plomizo, una pequeña confusión del hotel nos hizo regresar una hora de coche sobre nuestros propios pasos…. Cosas que pasan, pero al menos conocimos a Mr Brain… pero esta, ya es otra historia… 😉
Un abrazo y buenas fotos!
#miviajeausa
Fotos preciosa, como no podia ser de otra manera.
Un lujazo de viaje vamos, gracias por compartir, recordar y disfrutar a la vez,
Como noto tu ausencia mi niño.
Besitos