Y es que la disciplina que nos une si estás leyendo estas líneas tiene por norma, con algunas excepciones, que suele ser un ejercicio social con lo que ello conlleva.
Hay quien sale solo por la noche pero por mi experiencia, no lo aconsejo; primero por seguridad y segundo por lo bonito que tiene compartir las tomas.
Primero de todo he de decir que en los cursos de formación es muy fácil que algún compañero nos aparezca en el encuadre o que la luz que alguien encendió para buscar algo en la mochila nos haya estropeado esa foto que con tanta ansia buscábamos.
Por este motivo, es muy fácil que si a la primera no has obtenido el fin que perseguías tendrás que esperar un poco hasta que por fin puedas lograr la imagen que estabas buscando.
Por otro lado también ocurre que en ocasiones hemos de estar rápidos y no perder tiempo a la hora de disparar si queremos evitar, por ejemplo, el paso de un barco cerca de un puerto. Esas prisas, pueden ayudarte a obtener una toma limpia y ausente de errores, pero también te pueden llevar a descuidar los bordes y encontrarnos en situaciones como esta:
Por el contrario, si estamos en un lugar en el que podemos revisar bien la composición , asegurarnos de que no hay nada no deseado que estropee nuestro trabajo, sólo falta esperar que algún compañero no se coloque a mitad de tu exposición en tu encuadre y termine siendo retratado a lo lejos…
Aunque no es necesario que alguien se cuele en tu encuadre si éste no está pensado como se debe hacer y obvias aspectos tan importantes como revisar los bordes
Mención aparte supone cuando el aficionado avanzado no dedica tiempo a la composición y comete errores tan garrafales como el que sigue, aunque bien es cierto, que cuando se trabaja en grupo con distintas focales, no suele ser raro encontrar imágenes como esta.
Por último y respecto a la iluminación de algún sujeto, no es normal que alguien que pase por delante de la cámara aparezca en la fotografía, a no ser que en ese momento se ilumine con alguna linterna o algún flash.
con lo cual tocará repetir otra vez la toma hasta conseguir la fotografía deseada.
Por lo tanto, no olvidéis:
No encender luces si no se tiene la certeza absoluta de no molestar a ningún compañero.
Revisar los bordes en la composición para evitar sacar a otras personas, trípodes ajenos o simplemente no incluir nada innecesario.
Asegurarnos de que no nos situamos en el encuadre de otro fotógrafo por lejos que esté de nosotros.
Te ha faltado hablar de los que cogen el laser y apuntan para enfocar sin preguntar antes. Sobretodo cuando llevas 25 min de exposicion.
Hay que tener cuiadado con esas cosas sí que si no pasa lo que pasa…