A Mario le gusta dar caña a sus entrevistados, hacerles el tipo de preguntas incómodas que nadie les suele hacer y pedirles que se mojen con sus respuestas. Lo hace en su podcast y también lo hace en esta revista. Como ejemplo, basta leer la entrevista que hizo a Troy Paiva en el número anterior. Sin embargo, ¿cómo le sentará a Mario estar al otro lado y probar su propia medicina? Bien, vamos a verlo en esta entrevista sin pelos en la lengua.

Hay que decir que Mario me conoce bien y sabe que soy su mayor y más despiadado crítico. Nos une una gran amistad, y eso implica (por desgracia para él) que habitualmente le dé más caña de la que probablemente sea aconsejable, pero ya recibe adulaciones de sobra y no creo que necesite más. Unas veces me pide opinión, otras veces opino sin que me invite, pero siempre le digo las cosas sin vaselina y con toda la sinceridad del mundo. En la amistad debe haber, ante todo, respeto y sinceridad ¿no es así? En este caso el respeto nunca falta y la sinceridad, alguna que otra vez, nos sobra hasta que se nos va de las manos…
Total, que se me ocurrió hacerle una entrevista en su estilo, pero con mi estilo que es, quizás, algo menos delicado o más bruto, según se mire. Cuando se lo propuse me miró de reojo, lo imaginé pensando: “este mamonazo va a tratar de despellejarme vivo”, pero aceptó el reto sin pestañear. Sé de buena tinta que Mario es feliz con lo que hace y lo hace como quiere, y también sé que pocas cosas en la vida dan más seguridad en uno mismo que eso, así que seguro que sale airoso de esta. Aun así, no tengo intención de ponérselo fácil, eso seguro. Segundos fuera. ¡Suena la campana!
¿Cuándo empiezas a dar cursos?
Wow, ¡empiezas fuerte! (risas).
Solo estamos calentando, hombre… Por alguna parte había que empezar, ¿no?
Vale, vale… Bueno, pues te diré que en 2009 fue cuando empecé compartiendo mis conocimientos con algunos amigos del gremio y, poco a poco, ese grupo pasó a ser mayor. Más tarde se interesó una asociación, después otra y así hasta el día de hoy. La verdad es que nunca tuve pretensiones, ni quise dedicarme a esto. Simplemente me encontré a gusto, me dejé llevar y aquí estamos hoy.

¿Alguna vez te has parado a pensar en cuantas personas habrán pasado por tus cursos?
A bote pronto, habrán sido unos 5.000 alumnos y, aunque puedo pecar tanto por defecto como por exceso, creo que esa cifra es fiel a la realidad.
Entre toda ese gente hay unos cuantos de los que hoy podemos decir que son algunos de los más conocidos y respetados fotógrafos nocturnos de España. En sus inicios, cuando fueron alumnos tuyos, ¿recuerdas el paso de alguno de ellos por tus cursos? ¿Cómo has vivido su evolución?
Iván Sánchez ‘Fusky’, Carles Calero, Gabriel González, Eric Marsinyac, Simón López… Recuerdo que todos ellos eran entusiastas y trabajadores. Sus trabajos han ido creciendo y madurando hasta que han conseguido su estilo propio.
Y tanto ha sido así que en algunos casos podríamos decir que te han adelantado por la derecha en cuanto a técnica y producción fotográfica. Honestamente, ¿cómo sienta eso?
¿A qué profesor no le gusta que sus alumnos aprendan? Además, si ellos han mejorado tanto y me han adelantado por la derecha, no es por mí, sino por su esfuerzo, creatividad y trabajo. Si he contribuido lo más mínimo a que eso ocurra, creo que hicimos un buen trabajo.
Estoy seguro que en su momento contribuiste a ello, tanto como de que su esfuerzo y trabajo duro hizo el resto para que hayan evolucionado como lo han hecho. Pero, ¿qué hay de tu propia evolución como fotógrafo? ¿Qué dirías que hay de diferente en tus fotos de hoy a las que hacías hace, por ejemplo, cinco años?
La evolución de mi trabajo se aprecia en fotografías más sencillas, concisas, emocionales, minimalistas… Antes usaba tres cátodos, dos flashes y un ojo de pez. Hoy, sin embargo, trato de usar mi 14-24mm y el resto de material lo pongo con el corazón y no con luces. Sin embargo, la esencia es la misma. Soy de la escuela purista y con poco me conformo.
Es totalmente evidente esa tendencia al minimalismo en tu trabajo fotográfico más reciente, ¿fue fruto de una decisión, o dirías que no ha sido premeditado el paso de una fotografía basada en la técnica y los efectos a otra más puramente emocional?
Para nada ha sido premeditad. De hecho, creo que mi vida siempre ha tendido a ser minimalista… Cuando me mudo de casa, no me llevo nada. Todos mis recuerdos están en mi cabeza. Siempre digo que una mudanza la hago en 20 minutos. Mi cámara, mis libros, unos calzoncillos y nos vamos (risas). Pues con las fotos pasa igual. Hago lo que me gusta, lo que no me da complicaciones y me hace disfrutar.
Volviendo a hablar de tus cursos, su contenido permanece inalterable desde hace mucho tiempo… ¿No te resulta aburrido seguir repitiendo lo mismo una y otra vez?
No. El brillo en los ojos de las personas que pasan por mis manos me hace disfrutar cada curso. Es como dar clase en Educación Primaria. Todos los años solía enseñar las tablas de multiplicar, los afluentes de los ríos y por qué la tierra es redonda. Y, créeme, los docentes vivimos intensamente lo que hacemos y, lejos de ser monótono, nos enriquece. Las generaciones cambian y nosotros vamos aprendiendo algo nuevo de cada una de ellas. Todo es evolución.

Aun así, ¿no te has planteado renovar contenidos, introducir cosas nuevas o incluso diferenciar, por ejemplo, un curso de iniciación y otro más avanzado?
El avanzado es algo que tengo en mente desde hace tiempo pero el volumen de trabajo y los proyectos que llevamos a cabo me impiden hacer más cosas nuevas. A ver si hay suerte y alguna vez hacen días de 48 horas para poder hacerlo.

¿Qué crees que puede encontrar alguien que vaya a tus cursos que no pueda encontrar ya en alguno de los tantos vídeos tuyos que circulan por Internet?
La espontaneidad, la frescura y que en persona trasmitiré cosas que los vídeos no hacen. Responderé a sus preguntas basándome en la experiencia de estos años y el diálogo con el alumno hará que ambos salgamos enriquecidos. Además, ver la parte práctica suele ser muy instructivo para los alumnos, ya que disipa sus dudas sobre el enfoque y, sobre todo, saber cómo se ilumina, o ver esos pequeños trucos que tenemos cada uno de nosotros y que es mejor ver en la práctica que en un vídeo.
Como sabes, yo fui a uno de tus cursos a principios de 2015. Recuerdo sacar libreta y bolígrafo dispuesto a tomar notas de todo lo que pudiera, pero lo cierto es que al acabar la parte teórica tan solo había anotado una frase sobre el balance de blancos. Y es porque todo el resto del curso ya lo había visto antes en tus vídeos…
Felicidades caballero, veo que llegó usted bien documentado al curso. Así debe ser.

Teniendo tu plaza como funcionario en educación durante muchos años, llega un momento en que pides dos años de excedencia para dedicarte a tiempo completo a Fotógrafo Nocturno. ¿Qué cambió para ti a partir de ese día?
Organizar mis horarios, ser mi propio jefe y, sobre todo, poder hacer más cosas relacionadas con Fotógrafo Nocturno.

¿Y cuánto trabajo te da Fotógrafo Nocturno? ¿Cómo es para ti el día a día en sacarlo adelante?
Justo ahora que me preguntas te diré que he contratado a una persona para que realice muchas horas de trabajo de diseño, extracción de datos, elaboración de vídeos y otras tareas que me ocupaban mucho tiempo. De esta forma podré dedicarme a trabajar en el nuevo libro con más tranquilidad y poder hacer más fotografías. También podré dar una atención más personalizada a mis amigos y clientes.
Luego hablaremos de tu nuevo libro con calma. Pero ahora, dime, ¿qué es lo que más disfrutas del trabajo que te lleva Fotógrafo Nocturno y qué lo que menos te gusta?
Lo que más feliz me hace es saber que, en ocasiones, tanto mi equipo como yo ayudamos a muchas personas a aprender. Y no solo a aprender, también hemos recibido mensajes de gente con problemas de salud graves que nos comentan que les hemos devuelto incluso la alegría por vivir. Eso no tiene precio. Lo que menos me gusta podrían ser las horas de aeropuertos y el cansancio físico que provoca viajar mucho. Es el precio que hay que pagar pero la recompensa es que estás en contacto con la gente. Es que viajo a muchos lugares distintos y siempre hay una cara amable que te recibe como si te conociera de toda la vida.
¿Has pensado qué harás cuando termine esa excedencia?
No sé si va a terminar. No tengo un máximo de tiempo para estar en ella y puedo prorrogarla hasta la jubilación. Estaré en esta situación el tiempo que me encuentre cómodo. Si un día me canso, volveré al aula o a la dirección de un colegio público que también es mi sitio.


La web, el libro, los cursos y masterclass, el congreso, la revista, el podcast, el concurso, la asociación… Fotógrafo Nocturno se ha convertido en una marca en toda regla, con productos a la venta e incluso su propio merchandising. Tanto es así que no hay día en que no veamos en las redes publicaciones tuyas promocionando esto, aquello o lo otro. Sin embargo, y aquí es a donde quería llegar, lo que ya prácticamente no vemos son nuevas fotos de Mario Rubio… ¿Se ha tragado la marca al fotógrafo?
Realmente hago lo que quiero. Salgo a hacer fotos cuando me lo pide el cuerpo y me siento motivado. Trabajo enseñando y eso me da para pagar las facturas. Hago fotos para divertirme. Son dos cosas distintas. Quizás mañana haga más fotos y me veas menos en las redes sociales. Quizás no. ¿Quién sabe? Dice Jorge Bucay en su libro “El camino de la felicidad” que ser feliz no es llegar a una meta sino estar en cada momento donde quieres estar. Créeme, amigo Enrique, que estoy donde quiero y mucho más. Soy feliz. Palabra.

Me consta y sabes que me alegro mucho, pero también recuerdo que una vez me dijiste, literalmente: “en este negocio, si no haces fotos estás muerto…”
Claro. Si un fotógrafo, no hace fotos: antes o después cae. Yo juego con la ventaja que desde 2008 no he parado y aunque ahora haga menos, eso me da la ventaja de poder compartir todo lo que he aprendido en medios como esta revista, el podcast y todas las cosas que ya conoces.

Hablando del podcast de Fotógrafo Nocturno, es todo un éxito a día de hoy, pero recuerdo que en sus inicios era más que nada una charla entretenida con tus amigos, pero con escaso o nulo interés formativo. Acertadamente, eso fue cambiando y el contenido didáctico ha cobrado mayor importancia con cada episodio…
Y sabes que fue gracias a tu consejo. Al principio, por desconocimiento, encaré los programas como experiencias personales. Luego no tardé en darme cuenta de que a la gente le interesaba poco o nada eso y lo que quería era aprender. Por este motivo, hoy entrevistamos a los mejores de España y, además, tenemos un feedback muy bueno y muy grande de los oyentes de muchos países de lengua hispana.
Llega un momento en el que en el podcast se ha hablado un poco de todo y bastante de alguna que otra cosa. ¿Resulta difícil encontrar un tema del que hablar semana tras semana?
Son los propios oyentes quienes nos piden cosas. De hecho, no doy a basto y tengo ya varios programas preparados. En fotografía siempre hay de qué hablar y, si no, se repasa.
El tándem que hacéis David y tú al micrófono es muy bueno, se nota la química entre los dos y hace que la mayoría de episodios sean divertidos y muy amenos de escuchar. Está claro que lo pasan en grande grabando…
Nos lo pasamos tan bien que hace tiempo decidimos mostrarlo y nos grabamos en vídeo. Todos los programas están disponibles en Youtube, donde nos veréis en nuestras casas tal y como lo hacemos. David es un entusiasta que me quiere, me alegra mucho y me da muchas ideas. Comparte lo que sabe y no tiene límites. Le estoy muy agradecido.

Hablemos también de esta revista. Cuando empezamos a crearla no parecías tener demasiada fé en el proyecto… Sin embargo, desde el primer número revolucionamos el mundillo de la fotografía nocturna y creo que, curiosamente, fuiste la persona a la que más sorprendió ese éxito. ¿No creías que pudiera funcionar?
No creía que fuésemos capaces de crear algo tan grande. Me suele pasar, y es que no confío mucho en mí. No creía que pudiera vender 100 libros y van 5.000. No creía que pudiera hacer un congreso con 100 personas y en el último iNight hubo más de 800…

¿Qué crees que aporta la revista al conjunto de la marca Fotógrafo Nocturno?
Fotógrafo Nocturno es sinónimo de docencia, en mayúsculas. Por lo tanto, la revista aporta otro soporte más para que todo el mundo pueda aprender gratis y teniendo a la mano todos estos recursos.
En cuanto a iNight, año tras año el congreso es un éxito, pero en esta última edición ha sido más notable que nunca: nuevo auditorio con casi el doble de capacidad, dos días de ponencias, muchos más stands y actividades…
Y el año próximo será mejor porque va a ser más práctico. La gente busca hacer fotos y habrá muchos más talleres. Durante estos años he podido saber qué necesita la gente que va a iNight, qué espera del congreso, y no puedo defraudar. Hay personas que organizan sus vacaciones en torno a iNight, que vienen de otros países, que invierten sus ahorros en venir… ¡Tengo que hacerlo bien!

Poco después de iNight 2016 anunciaste que no organizarías las siguientes ediciones del congreso con Afopaz, como venía siendo habitual, ¿a qué se debió esa decisión?
Pues muy fácil, iNight fue una idea personal que he llevado a cabo desde hace 5 años. Afopaz ha trabajado duro durante todo este tiempo. En este periodo cada parte quería llevar el congreso por caminos distintos y, por este motivo, decidimos hacer cada uno nuestras cosas por separado cerrando así un ciclo perfecto de 5 años geniales en Fuenlapada. Una vez más, les estaré muy agradecido.

En el último iNight presentaste uno de tus nuevos proyectos: AFONOCTE, la Asociación de Fotógrafos Nocturnos de España. La idea me parece genial, pero hubo algo que me llamó la atención en tu presentación, y es que dijeras que “esta no es una asociación para recibir, sino para aportar”. Sin embargo, por definición, una asociación debe beneficiar a ambas partes o no parece que tenga sentido…
Claro que ambas partes saldrán favorecidas y, de hecho, más que en ninguna otra asociación. ¿Por qué? Porque el que quiera asociarse tendrá que aportar algo y, a la vez, se beneficiará de lo que los otros aporten. Por este motivo es un win 2 win en toda regla. Todos ganamos. La cuota será para tener la plataforma donde mostrar lo mejor de cada uno. Para que la Asociación tenga stand en congresos por España. Para que podamos contar con un gestor que nos haga la parte legal. Y suma y sigue, amigo mío… Siendo más conciso, la Asociación estará llena de gente que va a aportar lo que sabe. No vale venir a enriquecerse. Para ello hay que dar. Y creeme, todos tenemos mucho que dar.

“El fotógrafo en la noche”, cuatro ediciones ya y apuesto a que la quinta no tardará mucho en ser necesaria… ¿Quién te lo iba a decir cuando te lanzaste a esa aventura, verdad?
Ni yo creía que vendería los que he vendido. Troy Paiva me dijo que nadie compraba libros de fotografía porque las fotos se ven mejor en un monitor de 29 pulgadas. Janleonardo, autor de otro libro, me dijo que no hacía caso de su publicación y que Amazon vendía algunos ocasionalmente. Después hubo mucha gente que creyó en mí sin dudarlo. Principalmente alumnos de cursos y autores de otros libros que me dijeron: “Mario, vas a vender mucho. Tu forma de enseñar es lo que la gente necesita”. La primera edición fue de 1.000 ejemplares. Mi objetivo era venderlos, en el mejor de los casos, en un periodo de un año o año y medio. En tres meses me quedé sin uno. Las restantes fueron de 1.500 ejemplares y cada vez se vende más a Latinoamérica. Es un libro que enseña un flujo de trabajo que funciona y, en vista de las ediciones, así debo creerlo.

Al poco de conocernos te entrevisté para un periódico justo unos días antes de que publicaras “El fotógrafo en la noche”. En aquella ocasión, al ver lo completo que era el libro, te preguntaba sobre qué te quedaría por decir si en él ya lo habías contado todo, y si con ello te cerrabas a ti mismo de alguna manera la puerta a un segundo libro. Sin ambargo, ya estás trabajando en él…
Sí. Fíjate que mi trabajo es estar con fotógrafos de distintas partes del mundo todas las semanas. Conozco bien lo que la gente demanda, qué le gusta, qué quiere saber y qué no encuentra ni en librerías ni en la red. Aún a riesgo de equivocarme, creo tener ese pieza del puzzle para terminar de formar fotógrafos nocturnos y voy a apostar duro en el próximo libro.

Estoy seguro de que muchos de nuestros lectores esperan con impaciencia noticias sobre ese libro, y me gustaría que fuera aquí, en la revista, donde podamos enterarnos de lo que se cuece. Así que, a ver que nos puedes contar… Para empezar, ¿ya tiene título? ¿Cómo de avanzado está el trabajo?
Sí, tiene título pero como puedo cambiar de opinión, mejor no arriesgarme. El trabajo está en un 15% en estos momentos. Viajo todas las semanas y el volumen de trabajo más mis entrenamientos de maratón y, por supuesto, mi vida personal, apenas me dejan tiempo para escribir. Escribo desde el corazón y para ello necesito tranquilidad, inspiración y encontrar mi momento. Los meses de diciembre, enero y febrero serán más tranquilos para mí y, si todo va bien, podré sacar mucha tarea de calidad adelante.
¿Podrías adelantarnos algunos detalles de su contenido? ¿A qué tipo de público va dirigido esta vez?
Digamos que los lectores encontrarán en una sola publicación algo que no podrán encontrar en miles de horas navegando por Internet o leyendo otros libros. Dicho así puede sonar un poco pretencioso pero permíteme que justifique mi respuesta. “El fotógrafo en la noche” ayuda a fotógrafos noveles principalmente, pues en él se explica en detalle la técnica. Quien lo lea aprenderá a hacer una fotografía nocturna. Digamos que es una obra matemática donde dos y dos son cuatro. Sin embargo, en la próxima publicación se aportarán detalles, trucos, consejos, modus operandi, experiencias personales, claves, apuntes y otros aspectos más que solo y, digo solo, alguien con experiencia de muchos años posee. Mi objetivo ahora es que las fotografías de los lectores mejoren y que hagan cosas nuevas. De esta manera, pondré a disposición de todos los fotógrafos cosas que no se encuentran en ningún sitio, pues solo están en el interior de quien las ha generado por sí mismo y tiene a bien compartirlas con ejemplos prácticos. Vamos, les voy a dar una tarea hecha para que la apliquen en sus fotografías y creen un nuevo toque personal.
¿Para cuando tienes prevista su publicación?
Me gustaría que fuera en iNight 2017 pero nunca se sabe. El primer libro vino dos años después de mi fecha deseada… José Benito, a quien tanto debo, me dijo: “Si haces algo bien, lo harás para siempre, pero si haces algo mal, será algo malo para siempre. Sé paciente”. Y con esa premisa estoy trabajando aquí. Mi carrera profesional es de largo recorrido. No tengo prisa. Cuando salga, será bueno. No hay que correr.
Sabiendo que el éxito de “El fotógrafo en la noche” te ha llevado a imprimir cuatro ediciones ya, supongo que para la primera edición de este nuevo libro te animarás a una tirada mayor…
A fecha de hoy, no tengo ni la menor idea. Es algo que no me preocupa ni me condiciona en el trabajo que tengo que hacer en los próximos meses. El tiempo irá dictando estos detalles. No son significativos.

¿Qué nuevos proyectos te rondan la cabeza para este 2017 que está a punto de llegar?
Los proyectos más importantes para el año 2017 son la nueva imagen de iNight 2017 y lo que será Fotógrafo Nocturno School. Sobre el congreso te diré que va a ser mucho más práctico, con infinidad de talleres. Es lo que la gente demanda y es lo que les vamos a dar. Sobre Fotógrafo Nocturno School, será la escuela que acercará a los mejores fotógrafos de cada disciplina a todas las provincias de España para dar cursos de formación. No tendrá una sede, pero la marca Fotógrafo Nocturno organizará cursos de múltiples temáticas con los mejores. Otras cosas que tenemos en mente es crear una red de Podcasts con David Gámez, aumentar el staff con más personal y, cómo no, la asociación AFONOCTE, por y para el fotógrafo nocturno. 2017 será un año de mucho trabajo pero seguiremos haciendo cosas interesantes y, como ves, que siguen haciendo tribu y haciendo felices a las personas…
¿Algo que quieras añadir para terminar este “interrogatorio”?
Pues que a nivel personal me siento muy agradecido con todas las personas con las que trato. Recibo muestras de cariño allá donde voy y, sinceramente, no creo que las merezca. Como te decía antes, hago lo que me hace sentir bien y, entre otras cosas, trabajar contigo en esta revista, amigo Enrique, es tan duro como reconfortante cuando vemos los resultados. ¡Sigamos en la línea y a por el número cinco!
Entrevista a Mario Rubio