Historia de un sueño

Durante años me ha rondado la idea de poder capturar la belleza del Alcázar, o la Catedral de Toledo emergiendo entre la niebla. La idea de conseguir esta imagen diurna, se tornaba en obsesión, pensando en la belleza de esta misma idea en un escenario nocturno.

Durante años, ya que vivo relativamente cerca de Toledo capital, los meses de diciembre a febrero, cada vez que amanecía o atardecía con niebla, cogía el coche, el  equipo y me acercaba a intentar conseguir esa imagen que empezaba a convertirse en una obsesión. 

A lo largo de varios años, fueron muchos los viajes de vuelta a casa con ese “mal sabor de boca”, porque al llegar a la localización tras veinte minutos de viaje, la niebla estaba muy densa o muy alta,o muy baja y no se aproximaba al tipo de fotografía que tenía en la cabeza.

Pero como todo en la vida, con paciencia y perseverancia, los resultados llegan.

El 2 de febrero de 2016 amaneció con niebla y, como otro día más, puse rumbo a Toledo hasta la ubicación que mi coche ya conocía de memoria…

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Toledo City Foggy Morning. Toledo con persona. Nikon D810, Nikkor 70-200 @ 102mm. f/8, 1/250 segundos, ISO 100, WB Auto.

Al llegar a la localización no podía dar crédito a lo que estaba pasando delante de mis ojos. Los bancos de niebla estaban bajos, con la densidad justa para poder distinguir los monumentos y se iban moviendo entre la ciudad como si de olas de mar se tratasen. ¡Era el escenario que durante años había imaginado!

Monté el trípode, nivelé la rótula panorámica, monté el 70-200 y con la cámara en vertical empecé a realizar panorámicas. Durante una hora el espectáculo fue increíble, era el momento soñado durante años y no podía dejarlo escapar.

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Toledo city foggy sunset. Alcázar al atardecer. Nikon D810 + Nikkor 70-200 @ 200mm. f/8, 1/60 segundos, ISO 200, WB Auto.

Ya tenía el 50% de mi obsesión, sólo faltaba el otro 50%. Una imagen de Toledo nocturna con niebla. 

La idea, una vez más, estaba muy clara en mi cabeza: el Alcázar o la Catedral emergiendo de nuevo entre los bancos de niebla, mientras éstos se iluminan desde abajo gracias a las luces de los propios monumentos y la ciudad.

En este caso los astros deberían alinearse un poco más…,  si de por sí capturar la niebla en el momento exacto es complicado, (como he comentado, cuando llegaba a la localización me encontraba que, o estaba muy alta y no se veía la parte superior de los monumentos o estaba muy densa y no dejaba distinguirlos), ahora la densidad de la niebla debería ser la justa para que se tintara e iluminara con la luz artificial de la ciudad. 

Y puestos a pedir y para poner la guinda al pastel, la iluminación de la Catedral y el Alcázar debería estar encendida, cosa que no ocurre ni todos los días ni a todas horas…

Día 25 de Diciembre de 2016, Navidad, después de la clásica reunión familiar con la familia y mientras estaba delante del ordenador, algo me impulsó a mirar las webcams de Toledo, a pesar de que la tarde estaba despejada y soleada.

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Toledo city foggy night. Catedral nocturna. Nikon D810 + Nikkor 70-200 @ 200mm. f/8, 4 segun- dos, ISO 500, WB Auto.

¡¡Niebla!!  y hoy, al ser festivo, me aseguraba la iluminación de los monumentos. ¡Rumbo a Toledo!

Llegué a la localización justo antes de la puesta de sol. La niebla estaba baja pero era muy densa, tan sólo se veían las cuatro puntas de las torres del Alcázar. Paciencia, vamos a esperar…

Sobre las diez de la noche, y en cuestión de minutos, la niebla empezó a bajar y a la par, a hacerse menos densa. Poco a poco los monumentos empezaron a distinguirse, mientras la iluminación de los focos y farolas de la ciudad tintaban de color la niebla.

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Mystic foggy night in Toledo city. Alcázar nocturna. Nikon D810 + Nikkor 70-200 @ 140mm. f/8, 6 segundos, ISO 500, WB Auto.

Esta vez el espectáculo duró apenas veinte minutos. Quería asegurar los tiros del Alcázar y, sobre todo, el que me obsesionaba desde hacía años que era el de la Catedral emergiendo desde la niebla, como si de un transbordador se tratase en el momento de su lanzamiento desde Cabo Cañaveral.

Este es el resumen de una historia, mi historia, y que a modo de moraleja, quiere decir que: “los sueños, si se persiguen, a veces se cumplen”.

Jesús M. García

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