No cabe duda de que las nubes en fotografía nocturna marcan un distintivo típico de esta disciplina a la vez que nos ayudan a componer nuestra imagen del mismo modo que también condicionan nuestro tiempo de exposición.
Para empezar diremos que si nos encontramos en una noche con nubes no muy altas, luna y viento relativamente fuerte podremos obtener trazas que crearán fuertes puntos de fuga en nuestra fotografía.
Por otro lado, si nuestra exposición es de un tiempo medio (podrían ser dos o tres minutos) con un viento muy suave o moderado, nuestras nubes tendrán un aspecto distinto y no se crearán las trazas tan afiladas.
Si por el contrario optamos por un tiempo de exposición corto como 30 segundos aproximadamente, el movimiento en las mismas condiciones de viento será mínimo por lo que obtendremos un aspecto en las nubes más algodonoso.
Cabe decir que los valores en minutos dados en este artículo son completamente orientativos para noches en las que el viento no es excesivamente fuerte o haya ausencia total de él por lo que será quien tome la fotografía quien decidirá el tiempo de exposición para obtener unos resultados u otros.
Si bien es cierto que predecir las nubes es muy difícil si cabe decir que una vez el fotógrafo se ejercita en profundidad tiene más éxito de averiguar qué ocurrirá aunque nunca al 100% de seguridad.
Para intentar solventar este problema existe una página web que veréis más abajo que nos dirá la probabilidad de nubes por horas para la localidad deseada.