Si hacer fotografía macro es complicado e iluminar en fotografía nocturna más de lo mismo.
Imaginaos unir las dos disciplinas en forma de macro nocturno. Esto es lo que hace nuestro fotógrafo Óscar Méndez. Os dejamos con este artículo que nos ha preparado para contarnos como lo hace.

Lo primero que nos suele venir a la mente cuando oímos “macrofotografía” y “fotografía nocturna” es que son dos modalidades muy diferentes dentro del extenso mundo de la fotografía. Pero, ¿por qué no probar de convertirlas en una?

Para mí, cualquier foto macro hecha a oscuras la considero macrofotografía nocturna, y en este artículo os quiero explicar cómo trabajo yo esta modalidad.
Mi nombre es Óscar Méndez, tengo 31 años y vengo principalmente del mundo de la macrofotografía de naturaleza salvaje, muy en especial del mundo de las arañas.
Desde hace más de diez años las busco para estudiarlas, identificarlas y recopilar citas y datos que puedan ser de interés para la comunidad científica, siempre desde una posición de respeto por estos animales, por el medio en el que viven y sobre todo trabajando la mayor parte del tiempo in situ, en el campo y cámara en mano.

Hoy en día podemos conocer el nombre científico de la mayoría de animales o aproximarnos mucho a su identificación si le hacemos las fotos adecuadas, sin tener que meterlo en alcohol para examinarlo más tarde bajo lupa. Y es ahí donde aporto mi granito de arena. Y para ello me vino muy bien profundizar en el mundo de la fotografía macro. Porque me permitía recopilar toda la información que necesitaba sin necesidad de molestar al animal más tiempo del necesario, sin ocasionarle daño alguno.

No satisfecho sólo con sacar una simple foto de carnet al protagonista, quise plasmar lo que veía delante de mis narices en una sola fotografía, incluyendo el entorno y el paisaje que lo rodea. Disfruté tanto del macro nocturno en mis inicios que pensé que podría ser de interés para los demás conocer todo este mundillo, ya que prácticamente no encontraba nada de esta temática y tuve que ser totalmente autodidacta.

Es entonces cuando empecé el proyecto Macro Nocturno en Facebook y en Instagram, donde aparte de mostrar cientos de fotografías de los animales que encuentro, doy mucha información curiosa, como su nombre científico, sus costumbres, formas de vida o cualquier otro dato relevante. Hubo tanto feedback de la gente con todo esto que decidí mostrar también animales diurnos interesantes.
Hoy en día también dedico una gran parte de mi tiempo a realizar mini documentales y algún tutorial de fotografía macro en mi canal de YouTube de Macro Nocturno.

Muy pronto en este canal publicaré varias guías sobre cómo hacer macrofotografía de noche con ejemplos prácticos, así que si os resulta de interés os animo a estar atentos y a suscribiros al canal.
Pero vayamos al grano, aquí os vengo a hablar de mi forma de trabajar la macrofotografía nocturna, aunque primero os quiero aclarar que no voy a dar demasiadas lecciones sobre qué parámetros usar para sacar una foto perfecta, sino que más bien os daré algunas pautas a seguir y que a mí me han ayudado, porque hay mil formas de hacerlo y además yo soy el primero que sabe que mis fotos son muy mejorables técnicamente hablando.

Simplemente os explicaré lo poco que sé bajo mi experiencia para poder inspiraros y animaros a que lo probéis. Sobre todo eso, intentaré aportar un punto de inspiración para todas aquellas personas que pensaban que no era posible tal combinación de técnicas. Porque el macro nocturno no es algo que esté muy explotado y creo que es una temática muy divertida de probar, a la par que es un buen rompecabezas en la mayoría de casos. Pero con paciencia y un equipo adecuado todo se puede.
Macro nocturno en un solo disparo
Se podría decir que es el modo más básico, aunque no por ello es sencillo. Aquí incluiríamos las fotos de detalles más clásicas del macro puro, aunque también otras en las que aparece con fuerza el paisaje que los rodea.
Para añadir buena parte de un paisaje es aconsejable usar un objetivo gran angular o similar, e intentar acercarse mucho al sujeto. Es de agradecer cuando el animal tiene un tamaño considerable para que pueda aparecer con algo de detalle en la foto.
Principalmente consiste en iluminar el primer plano con la luz suficiente para que la exposición sea correcta en cada situación y dejar que la luz del fondo vaya entrando en el sensor durante la larga exposición. Para esto no siempre hace falta trípode, a veces simplemente basta con apoyar la cámara en el suelo lo más estable posible con el encuadre que quieres y con eso ya es suficiente. Es recomendable poner un trapo, una bolsita de tela con arroz o algo acolchado entre la cámara y el suelo para evitar accidentes y ralladuras.

Este modo básico se puede hacer con y sin cambio de enfoque durante la larga exposición. Me explico: si la foto dura 30 segundos se recomienda empezar con el foco en el primer plano, y así iluminar el sujeto los primeros segundos con toque de flash o linterna. Si el animal es nervioso o se mueve con el viento se aconseja usar flash para ganar nitidez, y si el animal huye después del primer “flashazo” no importa tanto porque su imagen ya se habrá quedado grabada en la foto congelada en el tiempo. Y justo al acabar de iluminar, y sin mover la cámara, hay que mover el anillo de enfoque del objetivo rápidamente con la mano hasta la posición que interese y dejar el equipo quieto el resto de segundos hasta finalizar la foto. Eso da unos resultados muy interesantes, imposibles de conseguir enfocando únicamente el primer plano, como puede ser el querer captar las estrellas o Vía Láctea con algo de detalle.

El gran problema que encontramos con esta práctica es que después de cada intento hay que volver a enfocar al primer plano, y eso a veces puede llevar un buen rato cuando trabajas de noche con animales salvajes.
Macro nocturno en dos o más disparos (exposición múltiple)
Sería el equivalente a hacer antiguamente dos o más fotos sin pasar el carrete para que las imágenes se sobreexpongan. En este punto ya necesitamos un equipo que permita la exposición múltiple en cámara. La opción suele aparecer dentro del menú de la cámara y es probable que en cada modelo y marca se encuentre en un lugar u otro del menú. Para saber si tu cámara permite esta opción lo mejor es que consultes el manual.

Una de las exposiciones será para el animal en cuestión y el resto será para el fondo, lo cual puede ser con larga o corta exposición, en función de qué fondo queramos añadir y la cantidad de luz que aporta dicho fondo. Hay que tener en cuenta que para la exposición múltiple debemos hacer todas las fotos al mismo ISO, por lo que si pretendemos añadir un fondo con estrellas hay que fotografiar al animal con el ISO alto adecuado para captar después las estrellas. El diafragma y la focal pueden variar independiente en cada foto pero el ISO es siempre el mismo.

Creo que este efecto de mezclar escenas se puede hacer del tirón sin exposición múltiple cambiando de objetivo durante una larga exposición, pero como apenas lo he practicado prefiero no hablar mucho más de él. Lo comento simplemente por si os apetece indagar sobre el tema y probarlo.
Esta exposición múltiple puede estar compuesta por dos o más disparos relativamente rápidos, como podría ser el añadir de fondo una Luna o vegetación a la cual iluminaremos de forma potente como puede ser con un flash. O bien podríamos necesitar una larga exposición para captar un paisaje oscuro. Las luces de una ciudad lejana, un camino de montaña iluminado por la Luna o un fondo lleno de estrellas puede ser muy buena opción. Aunque puedes jugar con tu creatividad y ser tú quién ilumina esa escena con muchas de las técnicas de lightpainting que hemos aprendido de esta revista. Como veis la creatividad juega un papel muy importante. Siempre que sea posible, hay que intentar seguir una lógica de enfoques en la foto. Con eso quiero decir que lo más enfocado sea el primer plano, y a medida que los objetos son más lejanos hay que procurar mantener esa continuidad progresiva con el desenfoque. No siempre es sencillo conseguirlo, y más cuando trabajas de noche de forma improvisada, pero siempre que sea posible no está mal ponerlo en práctica.

Quizá una Luna totalmente enfocada no queda tan bien si se encuentra detrás de un primer plano parcialmente enfocado. Cuando hacemos macro es complicado controlar el enfoque del 100% de la escena, ya que si una pequeña porción del animal o posadero se aleja de la zona enfocada aparecerá desenfocada (como es obvio) y, como he dicho antes, no habría una continuidad lógica del desenfoque si en el fondo hay otro objeto enfocado. Para encuadrar bien la escena de noche me ayudo del modo Live View y una linterna potente que me permita iluminar bien los árboles o elementos que van a aparecer. De esta forma podemos hacernos una idea de dónde quedarán en la foto final. Pero cada cual que pruebe y encuentre su forma más cómoda de trabajar.
Buscando protagonistas
El factor sorpresa juega un papel muy importante cuando trabajas la fotografía con animales salvajes. Muchas veces hay que improvisar y adaptarse a lo que encuentras sobre la marcha. Existen muchas formas de encontrar fauna nocturna, y yo os comentaré las que más uso. Un buen truco es empezar a localizar animales un rato antes del atardecer, ya que la mayoría empiezan a estar menos activos y buscan el lugar donde van a pasar la noche. Es entonces cuando podemos usar piedras o ramas para señalizar esa zona y así volver a encontrarlo de noche de forma rápida.

Cuando es de noche, si nos acercamos a una fuente de luz grande como puede ser una farola también podremos ver cómo son muchos los insectos que se sienten atraídos. Personalmente el método que más uso es tan simple como llevar un frontal potente combinado con una linterna de mano. Algo muy curioso es que, al igual que les pasa a los ojos de los gatos cuando los alumbras de noche, podemos ver brillar los ojos de otros muchos artrópodos, sobre todo algunas arañas, polillas y neurópteros. Son varias las familias de arañas a las que le brillan los ojos, aunque entre ellas hay que destacar a las arañas lobo (de la familia Lycosidae), ya que esos reflejos pueden verse desde varios metros de distancia, en función del tamaño del ejemplar. Pero no son las únicas a las que les pasa. Es impresionante la cantidad de arañas que podemos ver de noche con esta técnica, os animo a comprobarlo.

De día, con tanta luz, nuestros ojos captan tantísima información que es fácil que se nos escapen multitud de pequeños detalles. Parece contradictorio pero es así. De noche, en cambio, al enfocar una pequeña zona del suelo o plantas, nuestra mirada se centra tanto en esa poca información que es más fácil localizar por ejemplo una telaraña, un animal posado en una rama o un movimiento sutil de algún insecto moviéndose entre la hierba.

Y por último, si lo que queremos ver son escorpiones os recomiendo usar una linterna ultravioleta, fácil de comprar por Internet a un bajo precio, ya que como es bien conocido presentan cierta fluorescencia bajo este tipo de luz y es muy emocionante la experiencia de localizarlos en plena oscuridad y a varios metros de distancia.
¿Te animas a probar?
Animaos a probarlo, quiero ver vuestras macrofotografías nocturnas… Encontrar y fotografiar animales no suele ser sencillo si no se tiene paciencia y algo de práctica, pero no es tan complicado como puede parecer.

Espero que os haya resultado interesante mi forma de trabajar la fotografía nocturna y sobre todo espero, como mínimo, haber sembrado en vosotros la curiosidad por probarla.
Muchas gracias por vuestra atención a todos los que habéis leído este artículo y un especial agradecimiento al equipo de la revista. Ha sido un gran placer poder participar en este número.
Óscar Méndez