Acabo de conocer a Enrique, responsable de diseño del Diario de Avisos así como de la revista Principia editados ambos en Tenerife.
El 28 de junio publicó esta entrevista que para mí ha resultado especial.
Gracias Enrique por tu amabilidad.
“La fotografía nocturna es un trabajo en equipo”
Si la fotografía es el arte de capturar la luz, Mario Rubio es el artista capaz de crear, domar y controlar la luz a su antojo. Este conquense de 35 años, gran comunicador y con una sincera vocación docente, recorre sin parar la geografía española dando cursos, charlas, talleres y participando en todo tipo de congresos y eventos relacionados con la fotografía nocturna. Sus imágenes, tan impactantes como insólitas, lo han convertido en referencia absoluta en su campo. La oscuridad de la noche es su lienzo en blanco.
-¿Por qué fotografía nocturna?
“Pues a veces pienso que por azar. Cuando compré una cámara réflex digital y en la “hora azul” le di al botoncito me encontré con unos colores que me gustaron mucho. Otras veces pienso que es debido a que trabajé como DJ en los bares de la noche conquense y ya de alguna forma enlacé con la fotografía nocturna. Y hasta el día de hoy.”
-¿Nunca ha sentido la necesidad de explorar otros caminos en el mundo de la fotografía?
“Bueno, la parte que la gente conoce de Mario sí es verdad que es la fotografía nocturna, pero también hago fotografía documental. Recientemente hice un reportaje de kite surf, lo que pasa es que esos son trabajos más personales. De cara al público me especializo en fotografía nocturna y los otros caminos son más para trabajos míos que comerciales.”
-¿Qué equipo utiliza para crear sus imágenes?
“Ahora trabajo con una Nikon D700 y los objetivos, principalmente, angulares. El 14-24 f/2.8 de Nikon y un tele medio que es el 24-70. También trabajo esporádicamente con un ojo de pez y con un 50 mm fijo, por su apertura de 1.4, que me permite captar muchas estrellas. El hecho de que use Nikon no es porque sea mejor o peor que Canon u otras marcas, es simplemente porque hace años que empecé con esta marca y me siento cómodo.”
-Además, se vale de una gran variedad de herramientas para iluminar sus escenas…
“Bueno, de herramientas podríamos estar hablando horas, pero principalmente uso linternas y flash. El flash lo utilizo para rellenar interiores, como pueden ser edificios en ruinas o vehículos, y las lintern
as para pintar con precisión sobre los objetos, por ejemplo un árbol o el exterior de una ruina. Donde quiero dar luz de alguna forma en particular y en una cantidad determinada utilizo las linternas. Otras herramientas, metidos un poco en el mundo del lightpainting, pues son la lana de acero, los cátodos, el hilo luminoso e, incluso, luces de árboles de navidad. Todo sirve para hacer este tipo de fotos.”
-¿Qué software y apps suele usar para procesar y planificar sus tomas?
“Pues mis archivos RAW los revelo con Capture NX2, que es el software nativo de Nikon y es el programa que mejor entiende los ajustes de mi cámara. Y sobre aplicaciones, pues ahora trabajo con PhotoPills para IOS, que ayuda muchísimo a los fotógrafos que necesitamos conocer las salidas y puestas del Sol y la Luna, las horas de tránsito, etc. Es imprescindible, la verdad.”
-O sea, ¿que nada de edición en programas como Photoshop o Lightroom? ¿Finaliza la imagen directamente en el momento de la toma?
“En Photoshop lo que hago es ajustar niveles a la fotografía, si lo necesito, o doy máscara de enfoque, o reducción de ruido. Pero yo la fotografía me la dejo hecha in situ, no hago retoque fotográfico. Soy más purista.”
-La tecnología fotográfica ha avanzado mucho en los últimos años, ¿qué nuevos avances cree que veremos a corto plazo?
“Considero que los fabricantes están trabajando y apostando fuerte por los ISOS altos con una respuesta al ruido muy buena. Actualmente existen cámaras en el mercado con ISOS hasta 120.000 con un ruido aceptable que permiten hacer fotografías de la bóveda celeste casi a pulso.”
-Y en cuanto a la fotografía nocturna, que está experimentando un auge tremendo, ¿qué cree que está por venir?
“Yo creo que la respuesta a esa pregunta es el trabajo en equipo. En fotografía nocturna cada vez hay menos fotógrafos que trabajan solos, por varios motivos. Uno de ellos podría ser por seguridad, porque por la noche pasan cosas buenas, malas y regulares y hay mil casuísticas que uno se encuentra y que a veces son difíciles de solucionar. Yo me las he encontrado gordas. Y luego también el trabajo en equipo porque, aunque solo llegas antes a los sitios, acompañado llegas más lejos. Para mi, hay fotografías que estando solo son imposibles de hacer.”
-En su trabajo ¿cuánto hay de preparación y cuánto de improvisación?
“Para poder improvisar hay que tener una base sólida. Una vez que controlas la técnica puedes improvisar lo que quieras, pero si no, tu preocupación van a ser cosas básicas, como cuanto tiempo tengo que exponer, cómo enfoco… Una vez que todo esto ya forma parte del pasado, porque lo haces de manera automática, puedes improvisar.”
-Pero, cuando se decide por una localización, ¿suele ir antes de la toma para hacerse una idea de lo que puede sacar del lugar?
“Sí. Suelo ir a los sitios de día, y con PhotoPills puedo saber qué posición va a tener la Vía Láctea en el cielo, por ejemplo. Si voy a hacer una fotografía en el Teide y quiero que la Vía Láctea esté en mi encuadre con una determinada inclinación y orientación, pues puedo saber cuando va a suceder y la noche que puedo ir a hacer esa fotografía. Hay fotos muy pensadas, pero también las hay improvisadas y que surgen sobre la marcha.”
-¿Ha habido alguna idea que no haya logrado llevar a cabo?
“¡A diario! Muchas veces hay fotos que no puedo hacer y eso es lo que me motiva a seguir trabajando. El otro día hice un trabajo que no fui capaz de solventar esa noche, precisamente porque fue improvisado. Se trataba de hacer fotos con fuegos y una chica vestida con un traje de esgrima y la espada. Ella tenía que estarse quieta unos cuantos segundos y había que lanzar fuegos. Se fraguó todo muy rápido y la cosa no salió como tenía que salir, pero se repetirá y saldrá perfecta. Seguro.”
-Defiende la conservación del patrimonio natural e histórico mediante la fotografía, pero ¿cómo cree que ayuda?
“La fotografía es una herramienta que nos puede ayudar, estando en las islas, a conservar la costa, por ejemplo. Publico con cierta frecuencia artículos en un blog que se llama S.O.S. Paisajes de Mar, liderado por el fotógrafo español José Benito Ruiz, que ha editado un libro en el que aparecen fotografías de toda la costa española. Se fotografiaron todos estos sitios donde no había entrado todavía la construcción y después, al cabo de unos años, se volvieron a fotografiar cuando la construcción ya había entrado. Entonces, hay un antes y un después. La parte gráfica de ese libro también muestra las zonas de costa donde el ladrillo no ha llegado aún. Ahora con la crisis parece que no va llegar, pero a lo mejor mañana sí. Este libro ha tenido mucha difusión e incluso algunos ayuntamientos parece que se han cortado al verse reflejados en él como con la bandera negra.”
-Lleva años recorriendo España dando cursos y talleres con un gran seguimiento. ¿Está muy comprometido con la formación, verdad?
“Pues sí. Con la formación llevo desde 2009. Estamos ya a mitad de 2014 y para este año ya lo tengo todo completo, ahora mismo estoy dando fechas para primavera de 2015. Me comprometo con las asociaciones sobre todo. Hay mucha cantera en España, gente joven con ganas de trabajar, padres que van con sus hijos a los cursos, gente con 70 años que empieza en la fotografía… Se dan cita en las asociaciones y, bueno, disfruto mucho con ello. No es el fotógrafo que quiere ganar dinero, o el fotógrafo que quiere hacerse el más famoso del mundo, no, es gente que realmente quiere aprender y a la que le brillan los ojos cuando hace estas cosas.”
-Y usted, ¿recibió en algún momento formación fotográfica?
“Lamentablemente, no. Y digo lamentablemente porque yo, que defiendo la formación, no tengo una titulación en fotografía. Hace años que empecé y he ido pasito a pasito. Bien es cierto que no tengo una titulación, pero he procurado formarme. Lo de ser autodidacta es un término que parece que está de moda, pero la experiencia me dice que hay que estudiar y que estudiando es como se avanza de verdad.”
-Su estilo se ha convertido en referencia para muchísimos aficionados. Las webs, blogs y redes sociales están repletas de fotografías que tratan de imitar las suyas. ¿Esto le halaga o le molesta de algún modo?
“No creo que me copien. A ver, muchas veces pienso que todos hacemos lo mismo, pero cada uno tiene su estilo. También es cierto que el proceso de imitación forma parte del aprendizaje. Todos hemos imitado y yo sigo imitando. Ves fotos que te gustan y te dices, “oye, yo quiero hacer eso”. El proceso de imitación es como la antesala de la creatividad. Puedes imitar para aprender a hacer algo, pero luego, si no te quieres estancar en eso, tienes que ser atrevido y hacer cosas nuevas.”
-¿Cómo ve la evolución de su trabajo desde sus inicios hasta ahora?
“Pues, desde que empecé hasta ahora lo resumiría con una frase que dice algo así como que la mejor fotografía no es la más compleja o la que está tomada en el sitio más recóndito, sino la que está ausente de errores. Últimamente, mi productividad de fotos es menor que hace uno o dos años, pero procuro ser más selectivo. El todo vale conmigo no va. Si haces una foto con una hora de exposición y unas trazas de estrellas muy largas a todo el mundo le gusta, pero a mi no. Procuro ser más selectivo y exigente, sobre todo a la hora de publicar. Esa ha sido la evolución: ser selectivo y no cometer errores.”
-Muchos fotógrafos pasan en algún momento por etapas de estancamiento e incluso frustración creativa, ¿le ha pasado alguna vez?
“A diario también, sí. Igual que encuentro dificultad para hacer algunas fotos también tengo mis crisis severas. Crisis en las que te dices “estoy estancado” o “hago lo mismo”. Lo que pasa es que, como no dejo de hacer fotos, todo ese sentimiento negativo se va cuando haces algo nuevo y te dices “que buena, la tengo”, y otra vez te enganchas ahí a tope (risas).”
-¿Cuales son sus fotógrafos favoritos o cuales han sido una influencia para usted?
“Pues podría dar varios nombres, pero diré tres. En fotografía de paisaje, José Benito Ruiz. Él es el padre de todos los fotógrafos de mi generación, bueno, y también de la anterior y seguramente de la que venga. Escritor, fotógrafo, didacta, comunicador… todos le debemos mucho a José Benito. En cuanto a iluminación, destacaría a Troy Paiva, un fotógrafo californiano que ha trabajado muchos años de una manera muy purista haciendo fotografías one shot, o sea, de un solo disparo. Lo que pasa es que últimamente él mismo reconoce que usa más Photoshop y se me ha caído un poco del pedestal en el que lo tenía, porque ya no jugamos con las mismas condiciones. Pero bueno, Troy Paiva la verdad es que es bastante fino. Otro que es de los pocos que hoy en día logra emocionarme es Tino Soriano, un fotógrafo catalán que trabaja para National Geographic Society y que tiene una visión exquisita de la fotografía. En cualquier sitio del mundo donde ocurre algo puntual con un momento de luz, allí está Tino dándole al botón. ¡Se sale! (risas).”
-¿Alguna vez se ha visto en problemas haciendo fotos en medio de la noche?
“Sí, sí. Problemas graves, no, pero tristes, sí. Una vez encontré a una persona muerta. Estaba haciendo fotografías en un sitio, pasó esa persona por allí y se suicidó.”
-¡Pues vaya experiencia! Supongo que también habrá tenido anécdotas menos tétricas…
“Sí, por ejemplo con animales. Bajarte del coche de noche y que tres o cuatro ciervos salgan a dos metros de ti, con ese sonido de las pezuñas sobre el asfalto… aquello me asustó muchísimo. O una vez que dos vigilantes de seguridad borrachos y que no hablaban español se pusieron pesados con nosotros. Y las visitas de la Guardia Civil son constantes, pero bueno, son muy majos, así que con ellos nunca hay problema. Pero sí que pasan cosas, sí.”
-¿Qué consejo da a quien empieza a adentrarse en este mundillo?
“Cuando doy un curso y tengo, por ejemplo, a veinte personas, les digo: “de los veinte que hay aquí, dentro de seis meses catorce no harán nocturnas o harán muy pocas” y, claro, me miran sorprendidos. El motivo es que las nocturnas son duras. En Tenerife tenemos más o menos buena temperatura todo el año, pero en la Península en el mes de febrero a las ocho de la tarde te puede hacer cero grados, y ¿a dónde vas? Las cosas que tienes cerca de casa dejan de tener interés, necesitas una persona con la que salir, tenemos hijos y otras obligaciones. Entonces, el consejo es ir a hacer fotos, haga frío o haga calor.”
Un libro muy esperado
Tras seis años de trabajo, Mario Rubio publica su primer libro, El fotógrafo en la noche. Se trata de una obra largamente esperada por sus seguidores. Su publicación está prevista justamente para hoy, 28 de junio, y será presentado en Madrid. El fotógrafo en la noche consta de 224 páginas e incluye más de 250 imágenes con una detallada explicación de cómo fueron hechas.
-¿Qué cree que aporta El fotógrafo en la noche que no haya sido escrito ya?
“En Internet hay muchos buenos tutoriales, pero hay muy poca gente con años de experiencia que hable de todo. Es decir, hay quien describe una cosa u otra, pero no he visto que ningún fotógrafo especializado hable de todo lo que es fotografía nocturna. Creo que mi libro ofrece una visión muy completa sobre el tema, no solo de algún aspecto concreto, sino de todo lo que tiene que ver con las nocturnas. Da respuesta desde que alguien toma la cámara en su mano hasta que tiene la foto hecha. Muestra técnicas de iluminación, como aprovechar la contaminación lumínica, el paso de aviones, la niebla, la bruma y esas cosas que parece que entorpecen, pero no, le damos una vuelta de rosca para aprovecharnos de ellas. Quiero dar respuesta al abanico más grande de público.”
-Entonces, ¿está dirigido a fotógrafos de cualquier nivel?
“Sí, sí, ese ha sido mi esfuerzo. Hay más de 250 imágenes con coordenadas de donde se ha hecho cada una, por si la gente quiere ir a esos sitios. Todas las fotos incluyen los datos Exif, tiempos de exposición, cómo se iluminó y los materiales que se utilizaron. Creo que es muy completo. Está feo que yo lo diga, pero es lo que hay (risas). Además, el libro no termina cuando uno ha leído las 224 páginas, porque mi compromiso es resolver las dudas que la gente tenga sobre fotografía nocturna por medio de fotografonocturno.com. Ahí hay un formulario de contacto y contesto absolutamente todos los correos que recibo. El fotógrafo en la noche no termina con su lectura, me gusta ayudar a la gente a recorrer el camino.”
Te conocí en una presentación y quede impresionado con tus fotografías, creo
que pocos fotógrafos imparten cursos como tu los impartes con ganas de enseñar
y explicitando tu técnica sin reservas .
Gracias por tu trabajo y por ser tan abierto
Por alusiones, muchas gracias. Eres muy amable. ¡Seguimos compartiendo!
Como diria el otro….»más mejor…nunca». Congratulations!!
Qué bien te explicas Jesús!!! Más mejor, imposible! ;-))
Ole, ole y ole! Profesionalidad, templanza, mano derecha, generosidad y hambre de seguir aprendiendo. Eres un fiera! Enhorabuena Mario!
Vamos María que tenemos algo a medias y quiero verlo pronto!!! 😉 Un abrazo fuerte y kms! 😉