Soy un fotógrafo aficionado que va evolucionando en la forma de ver el mundo y en la manera de reflejarlo de forma personal. La fotografía me ayuda a plasmar mi evolución personal, el sentido estético, plasmar las emociones y los sentimientos que procuro transmitir a través de una imagen, que atrapa momentos concretos de mi vida. La fotografía es para mí el complemento de mi otra pasión: la composición musical. Siempre he escrito mi música asociándola a imágenes, escuchando colores, luces y sombras y a mi fotografía le ocurre lo mismo: trato de expresar a través de ella el silencio que habla en el ambiente de la noche, y mis melodías quieren evocar los recuerdos atrapados en un bello atardecer, evocar la vaguedad impresionista de los mundos imaginarios del infrarrojo, descubrir la intimidad de una cadencia que se asoma en el macro, y la fotografía de arquitectura porque la música es un edificio de sonidos y ambas artes están muy presentes en mi búsqueda creativa.


Quiero resaltar, en un lugar muy importante, que para mí la fotografía es parte de mi vida artística y, como en la música (mi profesión y pasión), creo que es necesario hacer descansos periódicos, porque hay que renovarse, estudiar a otros artistas y así ampliar y refrescar la mente. Si no, terminamos haciendo lo mismo de diferentes maneras. Llega un momento en el que ya no se avanza más. Al menos es lo que me ocurre y por eso voy alternando periódicamente la fotografía y la composición. Ahora estoy desaparecido en la composición, tras un año de intensísima actividad. Después de 20 años ininterrumpidos de creación musical, me vi en la necesidad de estar casi 8 sin componer y el parón me vino muy bien, porque después seguí con ideas renovadas y sobre todo, con más madurez (al menos, eso pienso yo).
Me planteo la fotografía de la misma manera: como un arte en la que el creador tiene sus procesos creativos de maduración y descanso y por eso me aparto temporalmente cuando veo que mi creatividad se estanca. No me conformo con ser un mero fotógrafo aficionado, busco algo más.

Aprendizaje y evolución
Mi proceso de aprendizaje es lento, principalmente autodidacta, porque opino que es una buena forma de asimilar en profundidad, de arraigar conocimientos, probar, acertar, equivocarse… En el aspecto técnico, procuro estudiar tutoriales, seguir consejos y observaciones de otros compañeros que saben más que yo. Gracias a todo ello, creo que voy avanzando, evolucionando y descubriendo nuevas vías de expresión con más dominio técnico y estético. Esta es mi forma de trabajar.

Mi historia en la fotografía
Antiguamente (ahora me considero un fotógrafo amateur-profesional, en cuanto a que la afición la asumo como si fuese un profesional) hacía fotografías familiares, las típicas de nuestros viajes y, aunque me preocupaba por hacer buenos encuadres, siempre estaba presente la limitación del equipo fotográfico y el desconocimiento de casi todo lo referente a la fotografía con mayúsculas.
En 2008 compré mi primera réflex (una Pentax K10D que ahora es infrarroja) con objetivos y di el salto a la fotografía en serio. Siempre he pensado que una cámara réflex es una aparato complejo de manejar y esto me disuadía a dar el paso. En aquella época ya había muchos foros en internet, tutoriales de fotografía, de procesado, donde otras personas consultaban y subían fotos para que les enseñaran a pulir detalles y todo ello me animó a hacerlo yo también.

La técnica
En la parte técnica, recuerdo mi primera toma de contacto con Photoshop. Al principio era casi una obsesión aprender a poner marcos a las fotos, porque las pedían así en algún foro y no sabía ni eso, pero a partir de ahí me inicié con el programa poco a poco.
Desde entonces he evolucionado mucho, pasé por una primera etapa en la que aplicaba a las fotos todo tipo de técnicas, probé mil plugins, enredaba todos los ajustes en PS, fue también la era del HDR extremo, etc. Todo lo que hacían los compañeros me interesaba, todo quería saberlo… y con el tiempo y la madurez, me fui desprendiendo de buena parte de eso, buscando lo esencial en la manera de procesar.
Pienso que en cada paso de revelado, la fotografía pierde algo de definición, modificamos la luz y el color, se va degradando, etc, y lo digo en el momento en el que creo que voy conociendo más a fondo la técnica. Aún me falta mucho que aprender y ahora mismo estudio varios tutoriales.
Creo en el procesado porque la cámara es limitada respecto al ojo humano y aunque nos da prestaciones que nuestra vista no alcanza, debemos editar aprovechando las posibilidades que nos ofrece una larga exposición, un macro, el movimiento congelado, la larga exposición diurna, etc. A través de él reflejamos con más precisión lo que queremos enseñar, estableciendo jerarquías de luz, color, composición, etc.
Hay muchos fotógrafos que no son partidarios del retoque digital que no termino de entender, porque como digo, la cámara fotográfica es un ojo limitado y necesita ayuda.
Cada vez procuro simplificar más el revelado digital, yendo a lo esencial, haciendo los retoques mínimos necesarios, además de tomar las fotografías lo mejor posible (esto supone planificaciones de previsión meteorológica, localización diurna de los lugares, buscar los mejores encuadres, escoger las mejores horas de luz, los cielos más interesantes, etc)
Hay ocasiones en las que me vuelvo a casa sólo con fotos testigo (que me sirven para recordar-localizar encuadres por ejemplo) esperando a otra ocasión en la que se den las circunstancias que busco.

Concepto estético
El concepto de lo bello, de lo original, lo simple y lo complejo, ha traspasado fronteras inimaginables; todo es subjetivo y relativo, muchos artistas crean para sí mismos, sin tener en cuenta si van a ser o no aceptados por el público; el concepto de lenguaje como medio de expresión se ha diversificado y ampliado de tal forma, que la sorpresa es lo más cotidiano.
Hoy conviven tanto el culto de lo esencial y simple, con lo más vasto y complejo; todo vale, incluso aquello que tiene para nosotros inexplicables razones en la búsqueda de algo nuevo y todo ello tiene sus pros y sus contras.
Opino que debemos ser amplios de miras para no quedarnos atrás, ya que el mundo corre muy deprisa y la fuerza creativa, así como la búsqueda de nuevos horizontes, empujan hacia adelante todo tipo de expresión humana. Es importante estar al día en las nuevas tendencias y al mismo tiempo filtrarlas con nuestro criterio y nuestros gustos para tomar de ello lo que más nos interese.
En estos aspectos soy cada vez más autocrítico, y no me conformo con cualquier cosa. Suelo desechar bastante material cuando lo veo en el ordenador. La autocrítica y la exigencia vienen de la mano de una búsqueda de calidad y belleza, de no conformarse con algo que está bien, cuando puede estar mejor.
Pienso que esa es la diferencia que marca a unos fotógrafos de otros. Para ejercer estos aspectos es fundamental, como he dicho antes, el estudio y análisis de muchas fotografías de buenos fotógrafos, que enriquezcan nuestro criterio, asistir a exposiciones de arte y eventos relacionados con ella, leer, escuchar música…

Talleres de fotografía
He impartido talleres de fotografía nocturna y algunos de procesado general que me parecen interesantes y necesarios, porque aprendemos nuevas vías, sobre todo en los aspectos técnicos. La destreza en el manejo de la cámara y del procesado, son las herramientas imprescindibles que nos permiten expresarnos con libertad.
Hay muchos fotógrafos aficionados que hacen muy buenas fotos, pero son casi nulos en el revelado. Hay otros que son menos artistas, pero excelentes procesadores. Yo me quedo con los primeros, porque para mí es más importante tener unas aptitudes artísticas y estéticas, que poseer un dominio técnico que se puede ir adquiriendo poco a poco con dedicación. Lo ideal es poseer las dos, pero todo esto depende de las inquietudes y aspiraciones personales de cada uno.

Un aspecto esencial que no se trata en la mayoría de los talleres, es el del desarrollo visual y estético de la fotografía, por qué hacemos fotografía, qué queremos expresar a través de ella, qué relación tiene con el resto de las artes y cómo lo logramos a través de la técnica. Creo que estos temas son fundamentales porque sin ellos, lo demás no tiene sentido. En el taller generalmente todo va deprisa, hay muchas cosas que explicar y muy poco tiempo para reflexionar y hacer pruebas. He visto pocos que sean específicos de composición y análisis estético-artístico-fotográfico.
En el presente asistimos a un auténtico boom como fenómeno social de la fotografía y cada vez hay más talleres y viajes fotográficos organizados. Se ha creado una industria del viaje fotográfico, todo esto es un acontecimiento social. Opino que está muy bien, pero es importante saber que quien nos va a impartir un curso sepa también enseñar y, sobre todo, transmitir y aconsejar de manera que a través de los conocimientos que se transfieren, los alumnos evolucionen y encuentren su estilo personal.
Como he dicho antes, veo alumnos que procesan como su profesor (y lo hacen muy bien), pero no reflejan su personalidad y aplican el mismo tipo de procesado para cualquier fotografía.
Quiero comentar también que la tecnología está al alcance de cualquier persona, que con un poder adquisitivo medio, puede comprarse un buen equipo fotográfico y eso hace que haya multitud de fotógrafos en la red (ocurre lo mismo con la música), pero sigo pensando que como en el resto del arte, en general hay pocas personas dotadas artísticamente. Las capacidades artísticas no te las da un buen equipo, ni un conocimiento profundo de las técnicas de procesado, estas se tienen y se desarrollan, o no se tienen.

La visión personal y su desarrollo
Creo que cada persona debe buscar su personal medio de expresión. Tal vez esta sea la meta más difícil de alcanzar: que le reconozcan a uno por su obra. Eso quiere decir que tus creaciones tienen una personalidad propia, reconocibles para todos y que se es capaz de plasmarlo.
Para mí es este un valor esencial y opino que es una meta que hay que tratar de alcanzar.
Enfoco la fotografía desde el punto de vista pictórico. (de joven hice mucho dibujo y acuarela que me han influido mucho en la forma de ver las cosas en la fotografía)

Pienso la fotografía igual que cuando pintaba acuarelas y óleos y de hecho, mi forma de procesar es muy parecida, con la diferencia de que en el ordenador se utilizan los pinceles de PhotoShop, las máscaras y multitud de herramientas informáticas que son las sustitutas de la paleta y los pinceles.
Es importante resaltar que cada fotografía muestra una historia diferente en un momento, en un ambiente, dan una sensación concreta y que, como una pintura, tienen un planteamiento diferente, incluso dentro de una misma disciplina. Por ejemplo los paisajes. Cada escena requiere un procesado distinto, muy personal.
Quien observa estos aspectos marca la diferencia entre un fotógrafo aficionado que sólo capta instantáneas y el que busca expresar algo más con una imagen muy bien planificada y muy bien revelada.
Sí tengo algo muy claro (como me ocurre con la música), es que sin técnica no se puede hacer gran cosa ,porque aunque uno tenga ideas maravillosas, sin ella se limita enormemente nuestra capacidad de transmisión. Es fundamental conocer a fondo las posibilidades de nuestro equipo y las técnicas de revelado a las que hay que dedicar muchas horas de trabajo paciente.
Dentro de mi actividad y siempre que puedo, visito exposiciones de pintura y fotografía, porque necesito ampliar mi bagaje visual fuera del ámbito virtual. Hablo de bagaje visual que, para mí, es ese cúmulo de sensaciones, memoria y asimilación de técnicas y conceptos, que se mezclan en nuestro interior con nuestra personalidad, sensibilidad y que de forma inconsciente construye un criterio y una manera personal de hacer. Creo que es tan importante como la propia dedicación a la fotografía.
También estudio muchas fotografías de otras personas, selecciono diferentes estilos y técnicas en las que un fotógrafo se centra o especializa y da muchas pautas e ideas para aplicar después a nuestro trabajo.

Equipo fotográfico
Respecto al equipo fotográfico, observo que mucha gente tiene la suerte de tener uno de elevada gama, pero que sus fotografías no están a la altura. Personalmente pienso que la mejora y ampliación de éste debería ir acompañada de los progresos que se van haciendo y conforme vemos que el nuestro se va quedando corto de prestaciones, ir mejorándolo.

Fotografía nocturna
Es mi pasión dentro de la fotografía y a la que desde que comencé, he dedicado más esfuerzo y búsqueda. Para mí, la fotografía nocturna es un encuentro con mi yo íntimo, pues todo lo que rodea a la noche me invita a ello. La noche, con su oscuridad mágica, me ayuda a meditar y trascender sobre la vida cotidiana. En ella el tiempo se detiene y, a la vez, su paso es su esencia. Todo esto siempre me ha atraído mucho.
En este momento también investigo sobre la fotografía nocturna infrarroja, que me lleva a mundos imaginarios más lejanos. Cuando tenga el control técnico suficiente, estaré en disposición de compartirla con vosotros. Hasta ese momento, sigo buscando y tratando de mejorar para poder compartir con la mayor riqueza posible. Para mí, el arte (y la vida) no tiene sentido si no se comparte con los demás.
Martín Zalba