Tips básicos para planificar una Luna llena detrás de un hito

Hoy traemos el artículo de Diego Gómez, cuya página es https://www.facebook.com/EnfoqueYFoto/ y os recomendamos que la sigáis en Facebook. 
Ponte cómodo, lee e inspírate con sus fotos y manera de hacértelas llegar. 

No es fácil hacer una foto donde hacemos coincidir una gran luna llena justo detrás de un hito o elemento destacado en el horizonte.

Para conseguir una foto de este estilo hay que tener en cuenta cuatro variables, podríamos llamarlo “la pirámide” de la planificación. 

En uno de los vértices de la base tenemos la posición de la Luna, ésta no depende de nosotros, no podemos variarla, por lo que lo único que podemos hacer sobre ella es conocerla.

En otra de las esquinas de la base de la pirámide tenemos el hito que queremos introducir en nuestra fotografía. En este caso tampoco podemos influir en su posición, por lo que sería otro elemento ante el que no podemos hacer nada.

El tercer elemento de la base de la pirámide sería el lugar desde el que disparo. Éste elemento, a diferencia de los anteriores no es fijo, pues dependiendo de los demás factores debemos ajustarlo.

El cuarto y último elemento de la pirámide, el cual relaciona y une a los otros tres sería el tiempo, es decir, el cuándo es el momento exacto para hacer nuestra fotografía. Este factor, al igual que el anterior, sí que es susceptible de modificación, de adaptación… o dicho de otra forma, no podemos influir en dónde está el hito ni en el movimiento de la Luna, pero sí en donde nos colocaremos o en cuándo vamos a hacer la foto.

Una vez que conocemos los cuatro elementos necesarios para realizar este tipo de fotografías, vamos a ver qué dos situaciones entiendo que podemos encontrarnos a la hora de planificar.

Situación 1, en la que podemos tener la fecha en la que la Luna estará más o menos cómo y dónde queremos, por lo tanto sólo nos falta un elemento por determinar, nuestra posición. Ejemplo:

Situación 2, tenemos un encuadre que nos fascina y lo que queremos saber es cuándo la Luna pasa por detrás del hito para verla desde nuestra posición y conseguir una foto con ese encuadre en concreto… nos faltaría la variable del tiempo, sólo tenemos que descubrir cúando sucede lo que queremos. Ejemplo:

la Luna eclipsada alineada con dos hitos, El veleta y la Alhambra en Granada.

Dependiendo de en qué situación nos encontremos, deberemos hacer la planificación de forma distinta para llegar al mismo sitio, y recordemos, ¿cuál es el fin? Conseguir una alineación de tres elementos (Luna, hito y nuestra posición) en un tiempo concreto, en un momento determinado.

Ya sea en la situación 1, donde la variable es nuestra posición, o en la situación 2, donde la variable es la fecha, podemos tener una serie de inconvenientes que hacen que este tipo de fotos no sea tan fácil como pueda parecer a quienes aún no la han practicado.

Para evitar este tipo de posibles inconvenientes voy a destacar algunos tips básicos a tener en cuenta cuando nos enfrentamos a fotografías de estas características.

Es casi obligatorio manejar una app como Photopills. No me quiero ni imaginar cómo sería planificar una gran Luna llena sin la ayuda de Photopills. Con esta aplicación podemos conocer en cada momento en qué posición estará el Sol o la Luna con respecto a nuestra posición.

Comprobar el azimuth y la elevación de la Luna para asegurarnos que coincide con azimuth y elevación de nuestro elemento principal. 

El azimuth y la elevación hacen referencia a su posición en cuanto a los puntos cardinales (azimuth) y a la altura sobre el horizonte según nuestra posición (elevación). Ejemplo:

Tener en cuenta el propio diámetro de la Luna. La luna tiene un diámetro de 0.5 grados, aproximadamente, por lo que tiene un radio de 0.25 grados. Este aspecto, si no lo tenemos en cuenta, hará que al planificar una Luna, si dejamos el valor de altitud de la Luna igual que el del terreno sólo veamos la mitad superior de ella, y no la totalidad de su superficie, pues el centro de ella tocaría el suelo y la mitad inferior se escondería bajo el horizonte.

Tener en cuenta la altura del hito. Sobre todo en edificios muy altos, si sólo tenemos en cuenta la altura del terreno es posible que al hacer nuestra planificación, el propio edificio nos impida ver la Luna por estar planificada la foto en un momento en el que la Luna aún no ha aparecido detrás suya. Por lo tanto, debemos tener en cuenta la altura del edificio si queremos, por ejemplo, la Luna tocando en la parte superior de éste. En la siguiente imagen podemos ver un ejemplo de cómo la Luna estaría oculta tras el castillo de no haber tenido en cuenta la altura del mismo.

Es importante comprobar cómo estará el Sol en el momento del disparo. Con un Sol demasiado alto es muy normal que la Luna prácticamente ni se vea, pues la claridad general hace que no destaque la Luna. 

Por el contrario, un Sol justo antes de salir estará iluminando a la Luna, pero no al paisaje… por lo que la Luna destacará muchísimo. Con un Sol demasiado bajo, nuestro hito aparecerá en forma de silueta, a contraluz. En la siguiente imagen podemos ver una fotografía en la que la posición del Sol da un equilibrio perfecto, da luz para que el hito, en este caso la torre, aparezca perfectamente, pero nos deja como protagonista principal a la Luna.

¿Luna alta o Luna baja? A poder elegir, elegiremos siempre Luna alta. ¿Por qué? pues porque al estar más alta con respecto al horizonte, para verla debemos atravesar menos kilómetros de atmósfera, pues lo hacemos de una forma más perpendicular a la Tierra. Al atravesar menos atmósfera la nitidez que ganamos en nuestro satélite es brutal. Este factor de altura de la Luna no lo podemos elegir nosotros, pues depende directamente de la distancia al hito, con hitos en los que nos colocamos muy retirados se hace prácticamente imposible, así como en hitos que estén a ras de suelo tampoco podremos trabajar con la Luna muy alta. Ejemplo de Luna alta:

Comprobar “in situ” las localización días antes de la fotografía para evitar posibles contratiempos como algunos árboles que nos impiden la visión, alguna carretera en obras días antes, etc… para ilustrar un ejemplo pongo esta fotografía que fue improvisada 2 minutos antes de su ejecución, ya que la fotografía planificada no pudo hacerse porque las ramas de los olivos presentes en el lugar nos impedían la visibilidad del hito principal, un castillo. En este caso al ver la torre metros atrás, volvimos y pudimos hacer algo…

Por último rezar. Muchas de las planificaciones se van al traste por la meteorología. Unas nubes justo en el momento del disparo hacen imposible el mismo por lo que todo lo anterior no habrá servido para nada. 

A modo de consejo final me gustaría deciros que os animéis, que no temáis a hacer planificaciones, que en un principio pueden no ser todo lo exactas que pretendemos, pero practicando es la única forma de mejorar. 

Sólo por ese “gusanillo” que entra en el estómago cuando vemos la Luna justo donde sabíamos que iba a estar ya vale la pena las horas de planificaciones que llevamos detrás. Lo que sentí cuando vi salir la Luna detrás del castillo en la última imagen no tiene comparación.

Diego Gómez

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