Woooowwwww, esto ha sido lo primero que hemos dicho en nuestra primera incursión nocturna en Tokio. Un lugar que rebosa movimiento. Una mezcla de Las Vegas y New York pero con esencia oriental. Luces, consumismo, gente y coches por todos lados… Eso sí, todo dentro de un orden y una limpieza fabulosa.
Se cumple aquí también mi impresión sobre las grandes ciudades. Cuanto más grande, más segura. En ningún momento he sentido algún tipo de temor de sacar el equipo y ponerme a hacer fotos. Incluso me he separado de él unos metros o me he tumbado en el suelo mientras hacía algún startrails tranquilamente.
Este cruce se encuentra al lado de Ueno Station, el lugar que está siendo nuestro centro de operaciones pues es ahí donde tenemos el hotel. Como veis, no hay que irse muy lejos «de casa» para empezar a trabajar duro.
Una buena parte de las fotos que vais a ver de este diario han sido hechas con la camara Olympus EM5, y los objetivos 12mm y 17mm. Olympus me ha dejado este equipo para testarlo y es a esto mismo me estoy dedicando estos días.
La explosión de luces y de vida en la capital nipona no deja indiferente a nadie. En Akihabara, pudimos disfrutar del barrio de la electrónica y del manga. Un lugar donde se dan cita los frikys de todo lo que lleva botones y los entusiastas de los cómics, figuras de ninjas… 😉
Pero si hay un lugar especial, y que nos hacía especial ilusión, es el famosísimo cruce de Shibuya. Se dice que un millón de personas cruzan a diario por aquí. Una intersección de varias calles donde la marabunta de gente es monumental. Honestamente, nunca había visto algo así. Si tenéis la oportunidad de venir, no dejéis de tomar un café en Starbucks y disfrutar del espectáculo desde sus cristaleras.
Otra de las aventuras es la intendencia… 😉
Los tokiotas no suelen saber inglés y, obviamente, nosotros ni una palabra de su idioma. Aunque los platos suelen estar en los escaparates de cera para que puedas decirles que quieres comer, son habituales los «problemillas» con el idioma y a veces te traen de cenar algo que ni por asomo era lo que habías creído pedir…
Mientras hacía esta foto probando el Livecomposite de Olympus, me tumbé en el suelo y me puse a disfrutar de la noche. Durante el día el calor es casi extremo y la humedad terrible. La gente pasea con paraguas para protegerse del sol y con toallas para secarse el sudor. Por la noche, cuando la temperatura se queda en unos «agradables» 25º es el momento de disfrutar un poco en la calle.
El edificio en cuestión es el Tokyo Government Building.
Desde la planta 45 de este edificio hay un mirador gratuito desde el que divisar el atardecer. Allí estuvimos pero los problemas previsibles aparecieron. Prohibido uso de trípodes, contaminación que hace que el momento no sea espléndido de luz y reflejos en los cristales hasta más no poder. Personalmente me dediqué a disfrutar del momento más que volverme loco para hacer una foto que sabía que no se podía hacer.
A la salida del mirador, una foto que siempre que voy a algún lugar con rascacielos me gusta hacer.
Y es que para demostrar que se pueden hacer fotografías en cuidad con estrellas, no hay mejor ejemplo que este.
Ni más ni menos fueron 2.488 fotografías de 1s de exposición cada una. Como veis, es fácil hacer una circumpolar si se sabe cómo. 😉
En Tokio todo el mundo hace fotos, los turistas a los sitios más turísticos y las geisas… a sí mismas 🙂
Me atrevo a decir que es un país tecnológico. Esta tienda es un monstruo de la fotografía. Hay varias en la ciudad, a cada cual más grande y repletas de todo tipo de accesorios, equipos y todo lo que un fotógrafo pueda necesitar.
También hemos visitado el Sony Building, otra tienda gigante de Canon, y mis amigos de Nikon, nos dejaron con la miel en los labios, pues en dos ocasiones los encontramos cerrados. Esperamos volver antes de irnos y ver qué tienen de interés.
Y aquí la luchadora sin respiro. Nunca quiere irse a casa, siempre quiere hacer otra foto, otro encuadre y otra localización. Incombustible hasta más no poder y aportando siempre buenas ideas, una sonrisa y un fotón. Gracias baby! 😉
El tercer día lo aprovechamos para visitar el Templo Meiji Jingu, aprovechando la sombra del parque donde se encuentra. Hay una fuerte tradición religiosa en la sociedad nipona que además levanta el interés del turista.
Para terminar estos tres días que han sido «non stop» hemos dado un largo paseo por Ginza, una de los barrios que recuerdan a la 5ª Avenida de Manhattan.
Aquí se dan cita las tiendas más caras de la ciudad, los coches más lujosos y los excesos más superficiales que puedas ver. No son estos los motivos que nos han traído hasta aquí, sino ver la arquitectura tan vanguardista de la que goza la zona. Edificios imposibles, curvos, de gran diseño y que dejan boquiabierto a cualquiera que los mire con un poco de atención.
Aquí, Emma aprovecha los detalles que va encontrado por las avenidas para hacer sus fotos… 😉
Pues hasta aquí la aventura de estos tres primeros días. Puedes seguir el diario con más fotos y vídeos en directo a través de mi cuenta en Twitter con mi usuario @marioexposure y en Instagram mario_rubio
¡¡¡Un abrazo y buenas fotos!!!
Envidia sana me das de poder visitar uno de mis países favoritos. Por cierto imagino que colgaras tus impresiones de la Olympus en próximo artículo.
Me gustaría saber Mario que objetivo te has llevado con la cámara Nikon o cual te llevarías para un viaje como este.
A pasarlo bien.
Hola amigo!
He traído mi Nikon D700 con el 14-24mm, 24-70mm, 50mm y el 70-200mm. También el equipo Lucroit y la Olympus OMD EM-5 MARK II con el 12mm y 17mm.
Traigo todo porque nunca sé qué voy a necesitar ni qué oportunidades pueden surgir. Pero si vienes en plan turista sin complicarte mucho la vida, con una focal angular, un tele medio y uno luminoso te puedes apañar bien.
Abrazos!
saludos desde méxico
pásatela muy bien te deseo lo mejor
en tu viaje lleno de aventuras e historias
que pronto nos contaras…
Roberto veliz
Envidia sana, pero envidia,
Ya veo que lo estais pasando bien,
disfrutarlo a tope.
Y que se os quiere
Hola Mario
Grandiosa experiencia fotográfica, buenas fotos y gracias por compartir, saludos y a disfrutar!
Con este ritmo vais acabar agotados. Disfrutad los días a tope.
Hola Mario.
Para la próxima circumpolar usa la Olympus en modo LiveComp y fliparas!
Saludos
Lo conozco Óscar. Gracias y un saludo!
No es que Tokio sea grande, que lo es, es que estáis en Japón y el respeto que se tiene por lo ajeno es mayor que por lo propio. Que recuerdos y que envidia, cada vez me entran más ganas de volver.
vaya tres días intensos,mucha suerte con el viaje y buenas fotos
un saludo a disfrutarlo
COOL